Estos días he flotado en un mar de la tranquilidad, un mar imperfecto por lo que de real era.

La desnudez de la tierra contrastaba con el agua del mar, una línea los separaba, no se fundíann ni contagiban. Esa línea guardaba su hermosura.

En un desayuno maravilloso leímos en el papel de un azucarillo que la escritura nos ayudaba a fijar el pensamiento. Este blog nació en parte con esa intención. Luego, también Matisse me dejó una reflexión similar: Hice esculturas porque lo que me interesaba en la pintura era poner orden en mi cerebro (…). Eso significa que era siempre para organizar (…). Era siempre para tomar posesión de mi cerebro. Tomar posesión de nuestro cerebro, qué sencilla exactitud.